En la isla de Lanzarote contrasta su paisaje volcánico, con el azul del océano y el blanco de su arquitectura. 

Gracias a la obra del pintor, escultor y arquitecto César Manrique la isla ha preservado su entorno natural, con verdaderas obras arquitectónicas que respetan la naturaleza y se integran en ella. 

Uno de los paisajes más impresionantes es el del Parque Nacional de Timanfaya, con más de 100 volcanes y 25 cráteres; o el Parque Natural de Los Volcanes, que cuenta con una bonita laguna de color verde que comunica con el mar. 

El paisaje viene acompañado por una rica gastronomía local, con localidades con verdadero encanto como Teguise, con numerosas tiendas de artesanía, o la zona de La Geria, con riquísimos vinos y asombrosos viñedos que crecen en suelo volcánico. 

Arrecife, la capital de la isla, es una bonita y tranquila ciudad portuaria, muy bien conectada tanto nacional como internacionalmente. 

Si visitas Lanzarote, no te puedes perder la oportunidad de dar un paseo por La Graciosa, la octava isla canaria, un pequeño paraíso de tranquilidad y naturaleza virgen.